lunes, 24 de noviembre de 2008

Optimismo en Israel por la victoria de Obama

Como bien dice este post de Acción por Israel, las simpatías de la mayoría de los israelíes por los candidatos presidenciales en la previa a las elecciones en EEUU, se podían resumir en la siguiente frase: "Entre Hillary y McCain, que gane Hillary, pero entre Obama y McCain, que gane McCain". No se puede decir lo mismo de los judíos norteamericanos, que mantuvieron su tradicional apoyo por el partido demócrata y votaron masivamente por Barack Obama.

Es claro que cualquiera de los tres candidatos mencionados son abiertamente pro-israelíes, no hay grandes diferencias en ese sentido. Acerca de las calumnias sobre la supuesta fe musulmana de Barack Hussein Obama, dudo que sean muchos los que se la hayan tragado. La desconfianza hacia Obama surge más que nada ante los temores de que llegado el momento, no confronte en forma decisiva la amenaza de un Irán nuclear. Ese temor sigue presente.

Sin embargo, tras la victoria de Obama, el optimismo que ese joven político supo encender en el pueblo norteamericano, esas olas de contagioso entusiasmo que trascendieron sus fronteras y se hicieron eco por todo el mundo, también llegaron a estas costas. Esa figura que parece combinar el carisma de una estrella de cine con la de un gran orador público de la talla de Martin Luther King, despierta admiración también por aquí. La consciencia de estar viviendo uno de esos grandes momentos históricos, con la elección del primer presidente negro de Estados Unidos, no nos deja indiferentes. Un pequeño paso para Barack Obama, un gran paso para la humanidad.

Más allá de lo positivo que pueda tener la elección de Obama a nivel mundial, también despierta esperanzas de que lleve a mejoras a nivel regional. Por ahora Barack Obama parece contar con el respeto del mundo árabe (en contraste con la antipatía que despertaba el belicoso McCain), lo cual puede ser de ayuda para mediar entre Israel y los palestinos y entre Israel y Siria. Lo otro que puede favorecer indirectamente a Israel es la eventual mejora de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia que se deterioraron notoriamente hacia el final de la administración Bush. A Israel le conviene mantenerse en buenos términos con ambas potencias, cosa difícil de cumplir si el mundo vuelve a dividirse en dos bloques.

Por supuesto, los israelíes tenemos claro que hay que tener cuidado a la hora de cargar tantas expectativas sobre los hombros de este hombre. El presidente de Estados Unidos será poderoso, pero tampoco es el titán Atlas. Cuanto más altas las expectativas, más dura la posible decepción.

2 comentarios:

  1. me gusta tu blog te enlazo
    saludos noralicia.blogspot.com

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  2. RTB612,

    Genial este blog. Solo una peticion: podrias revisarte la plantilla (template)? El background de tus posts se oscurece al final.

    Saludos!

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